Por eso nos unimos para instar a la UE a que convierta la participación de los sindicatos en las responsabilidades de diligencia debida de las empresas en un requisito obligatorio, respaldado por recursos efectivos para los trabajadores y los sindicatos si se les niegan los derechos.
Firme nuestra petición y únase a nosotros para ayudarnos a convertir el proyecto de Directiva de la UE en un instrumento legislativo eficaz.
Este año, la Comisión Europea publicó finalmente una propuesta sobre diligencia debida en materia de sostenibilidad empresarial (CSDD) para responsabilizar a las empresas de las violaciones de los derechos humanos. En su forma actual, la Directiva CSDD no protegerá a los trabajadores de las empresas que violen sus derechos fundamentales.
¿Por qué? El proyecto de Directiva no servirá de nada porque:
- no permite a los trabajadores y a sus representantes opinar sobre la estrategia de “diligencia debida” de su empresa;
- socava el ejercicio efectivo de los derechos y prerrogativas de los sindicatos de organizarse, negociar colectivamente y de que los sindicatos y los representantes de los trabajadores sean informados y consultados tal y como se consagra en los convenios de la OIT, la Carta Social Europea del Consejo de Europa y la legislación de la UE;
- no proporciona a las víctimas, incluidos los trabajadores y sus representantes, un acceso efectivo a la justicia y recursos. No prevé sanciones disuasorias para responsabilizar a las empresas de las violaciones que cometan.
Para marcar la diferencia, los sindicatos y los representantes de los trabajadores deben ser implicados activamente en todo el proceso de diligencia debida. Deben tener voz y voto para identificar y prevenir los riesgos de violaciones de los derechos humanos. Deberían ser implicados en la tarea de garantizar que se ponga fin a las violaciones. También deben participar en el diseño, el seguimiento y la implementación de estrategias de diligencia debida.
Los trabajadores tienen el mejor conocimiento sobre las prácticas empresariales en el terreno. La plena participación de los sindicatos y los trabajadores es la mejor manera de prevenir y terminar las violaciones de los derechos humanos en las empresas y sus cadenas de suministro.